LA MEZCLADORA
Tiene como función mezclar los componentes del concreto, tales como el cemento, la arena, la piedra y el agua.
La ventaja de usar una mezcladora en vez de hacer el batido a mano, es que la mezcla de concreto queda uniforme y homogénea. Esto significa que todos los componentes del concreto tienen las mismas proporciones dentro de la mezcla lo que, junto a otros factores bien controlados, garantiza su resistencia (f’c).
El tiempo de mezclado, que se inicia desde que todos los elementos han ingresado a la mezcladora, depende del tipo de equipo empleado, pero en ningún caso debe ser menor a dos minutos, y por supuesto, no debe estar mucho tiempo batiéndose en la misma.
Hay dos tipos de mezcladora: la de tolva, que permite alimentar la piedra y la arena con buggies; y la de trompo, en la que los componentes ingresan a la mezcladora levantándolos a la altura de la boca de entrada. Por esta razón, la producción de concreto con esta máquina se vuelve más lenta (ver figura 36).
Las mezcladoras son también de diferentes tamaños, siendo las más comunes las de 7, 9, 11 y 12 pies cúbicos de capacidad.
- Si se usan las proporciones típicas con una mezcladora de 7 o 9 pies cúbicos, se puede producir normalmente una tanda limitada a una bolsa de cemento.
- Antes de iniciar el funcionamiento de la mezcladora, es importante verificar que esté perfectamente nivelada. Esto evitará forzar el eje y que el equipo se dañe en el largo plazo.
- Apenas terminada la tarea de vaciado, debe limpiarse la cuba de la mezcladora con abundante agua. Esto evitará que se adhieran restos de concreto, lo que le quita espacio a la cuba, y la hace más pesada para su operación.